miércoles, 23 de noviembre de 2011

Introducción

 Durante siglos los mitos, cuentos y leyendas han servido de guía, de espejo y de modelo para nuevas generaciones. Han orientado en la duda y han iluminado en los momentos de incertidumbre.  Han servido de transmisores de la ética y la moral, de los valores y los miedos, de los deseos y los sueños de todo un pueblo y una cultura.
En la actualidad podemos  aprender mucho acerca de ellos, se puede entender gran parte de nuestro presente observando y reflexionando sobre nuestro pasado y encontrar la respuesta a cuestiones que nos angustian en la oscuridad. Gran parte de lo que somos se sustenta en creencias transmitidas, que a menudo no somos conscientes de lo que afectan a nuestra cotidianidad  y a nuestro estilo de vida.

La historia de un pueblo da pautas de comportamiento y enseña a actuar de una forma determinada. Si somos capaces de discernir los valores que se esconden en los relatos que nos rodean, sean cuentos de hadas, mitos o leyendas, seremos capaces de: 1) comprendernos mejor. 2) de extraer de ellos toda la esencia de valores que nos potencia. 3) reconstruir aquellos miedos, temores o prejuicios que nos influyen y nos bloquean, muchas veces inconscientemente a través de los relatos que hemos escuchado en nuestra vida.

Mi formación es en psicodrama y a menudo pienso en imágenes y en escenas en movimiento. ¿Qué pasaría en nosotros si fuésemos capaces de ponerle movimiento a Thor, Anubis, Icaro, Pandora, Hercules o el gran Hector? ¿Cómo nos sentiríamos en el momento que nos ponemos en la piel de uno de estos personajes? ¿Nos insuflarían su valor, su curiosidad, o su tenacidad para poder afrontar la vida actual? ¿Nos ayudaría a ser más justos o estar más cerca de una moral más equilibrada y natural? 

Dar respuesta a todas estas preguntas y muchas más es el objetivo de este blog.

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