Pretendo rescribir y reinterpretar los mitos, siendo consciente que no es la única interpretación, es más, es únicamente la mía.
Dado que una de las cosas que promulga el psicodrama con más fuerza es la espontaneidad, cada uno interpretará el mito según como se sienta o que le preocupe en el momento actual, teniendo en cuentas sus valores y creencias. Por ello han perdurado en el tiempo, han sabido dar respuesta a todo tipo de preocupaciones.
Por lo tanto propongo crear una cadena de interpretaciones, de sentimientos y recuerdos.
Es importante dejarnos llevar y sentirnos libres de poder expresar lo que nos viene a la cabeza. Por ello la única norma de seguridad es no discutir a cerca de o lo que exponga el otro. Crear una puesta en común de lo que hemos sentido y recordado al leer el mito. Lo que dice el otro es parte de sí mismo, vamos a procurar no evocar sobre lo evocado por otro y no entrar en discusiones sobre la interpretación correcta.
El objetivo de este espacio no es buscar el significado primigenio de un mito. Dado que su transmisión oral ha sido muy extensa y cada narrador ha ido añadiéndole detalles, quitándole silabas o modificando intenciones. No podemos llegar a entender que quisieron decir, pero si podemos sentir que nos quiere decir a cada uno de nosotros.
Por lo tanto cada quince días expondré un mito, comunicaré lo que me sugiere y a donde me remite y para qué población sería muy útil el relato expuesto. Iré controlando que se cumplan las reglas, mejor dicho, La Regla, nadie cuestiona lo que expone el otro, únicamente explica lo que le sugiere a él dicho texto.
Por último, un consejo, leer el relato, sentir que os quiere decir y escribirlo, posteriormente leer lo que he expuesto yo o el resto de participantes.
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